Famoso por su capacidad de observación, Oliver Sacks entrelaza aquí con briosa inteligencia las coloridas hebras de la biología, la historia y la cultura para tejer un fascinante tapiz de México y de un grupo de buscadores de helechos unidos por una pasión común.
En este extraordinario rincón de México se reúne un grupo variopinto de botánicos,profesionales y aficionados, eruditos que desconocen la pedantería, con una perspectiva diferente y originales percepciones. En los mercados de los pueblos se venden por lo menos dos docenas de distintas clases de guindillas, desde la que tiene un ligero sabor picante hasta la que es capaz de causar alucinaciones. El lugar es también un paraíso de aves y el sueño del arqueólogo, un paraje donde abundan las ruinas antiguas que se hacen eco de la leyenda precolombina.