Desde hace varias décadas la ciencia política consagrada académicamente privilegia los factores de orden y gobernabilidad democráticos en detrimento de los factores de la acción y la creatividad democráticas. Resignando así la dimensión de cambio y de novedad en el mundo que es inherente a la acción humana, estas teorías tienden a encuadrar la política en los esquemas preestablecidos de reproducción y equilibrio socio-político.
Tomando un punto de partida opuesto, esta obra abre la política a las aporías de la acción, que son discutidas desde grandes perspectivas filosóficas en conflicto. El enfoque conduce a interrogar, entre muchas otras cuestiones, los intentos filosóficos de fundamentar racionalmente la vida práctica, las relaciones entre moral, derecho y política, las correlaciones entre sociedad civil y Estado en la democracia compleja, así como los conceptos de libertad, igualdad y solidaridad en la perspectiva de las revoluciones democráticas del siglo xviii.
El texto se inscribe así en la tendencia reciente a aguijonear filosóficamente la ciencia política, a conducirla fuera de su confortable letargo teórico y torpedearla con los grandes debates filosóficos que le fueron originalmente constitutivos.