Tras siglo y medio de olvido e incomprensión, el barroco es reconocido en la actualidad como el período en que la civilización occidental consigue su mayor variedad expresiva y cada pueblo europeo inventa las formas artísticas que mejor cuadran a su genio. Paralelamente el rococó es objeto de rigurosos estudios que delimitan sus principales características, destacando especialmente sus singulares constantes decorativas. De Velázquez a Watteau, De Rembrandt a Goya, de Zurbarán a Bernini, de Van Dyck a Reynolds. El autor nos presenta los rasgos fundamentales de ambos movimientos, sus creaciones más importantes y sus influencias posteriores, que se extienden desde el neoclasicismo hasta, incluso el Art Nouveau.