Aunque el libro presta especial atención a la pintura y a sus artífices también analiza la cerámica, la laca, el diseño de jardines, la caligrafía o la cultura en bronce. Mary Tregear combina en El arte chino una documentación privilegiada con el empeño de acercarnos a una cultura que a veces nos parece demasiado lejana. El libro se completa con 162 ilustraciones, 20 de ellas con color, una cronología anotada de los períodos históricos chinos, dinastías y reinos, cuidados índices y bibliografía.