" Navegar es indispensable, vivir no lo es " , podría resumir el espíritu que llevó a los navegantes portugueses a ensanchar el mundo desde la perspectiva europea. Durante cien años la política portuguesa fue la punta de lanza de toda la expansión europea. Desde Brasil a Japón, pasando por Africa y la India, los navegantes se diseminaron por todo el mundo acompañados por un ejército de misioneros, comerciantes y aventureros.