En un contexto educativo en el que la regla es la acumulación de conocimientos regida por una evaluación selectiva y basada en la competencia entre alumnos, no cabe duda de que la evaluación formativa puede ser un arma importante en el desarrollo de sistemas educativos de mejor calidad, más democráticos y eficaces. La evaluación formativa no sólo tiene como propósito fundamental facilitar el aprendizaje de los alumnos, y no simplemente medir cuánto han aprendido, sino que también presume que us logros deben medirse en términos de objetivos claramente establecidos y no en comparación competitiva con otros alumnos. Con el fin de facilitar la clara comprensión de estos conceptos y procedimientos al personal docente de todos los niveles y áreas, cada capítulo de este libro se inicia con la enunciación de los objetivos principales que pretenden lograr, para presentar luego la información básica con los conceptos, reglas y principios más importantes, acompañados de bastantes ejemplos. Y a pesar de que la mayoría de estos últimos aluden a la tarea del maestro de escuelas primarias y secundarias, los conceptos básicos son aplicables a cualquier forma de educación: los profesores universitarios, los de educación vocacionales, etcétera, podrán aplicar también a su propia labor esta concepción de la evaluación formativa y del aprendizaje para el dominio. Los resultados del buen uso de esta metodología serán igualmente fructíferos.