La minuciosa crónica de la niñez, la despejada nostalgia de la adolescencia, brotan del corazón de la España profunda en los oscuros años del franquismo. Infancia y corrupciones es un libro de memorias en su definición más precisa.La nostalgia, y un fascinante lirismo, acaban ganando un pulso a la rabia y al áspero sentimiento de la compasión retrospectiva. La prosa fulgurante e imantada despierta calidades que creíamos para siempre olvidadas. La tensión verbal evita cualquier forma de naturalismo, alimentando la sospecha de que la memoria es la potencia desconocida del alma.La lucidez no excluye el humor a costa de una inédita sinceridad. Corre el lenguaje con la fuerza incontenible de las confesiones. Y si de algún modo cada hombre hubiera de repetirlo, el testimonio escrito de Martínez Sarrión revela la imperiosa necesidad de existir y la determinante capacidad de hallar la libertad en el recurso del hombre de letras.