La más verde de las Islas Canarias aguarda al excursionista con una diversidad de paisajes que probablemente no ofrezca ninguna otra región del mundo de similares dimensiones reducidas. Valles amplios, barrancos bravos y cráteres escarpados, pinares y laurisilva, plantaciones de plátanos, cascadas y cataratas crean un precioso contraste. Aquí lo propio es hacer senderismo, y las playas, tan bellas y tan negras como el carbón, palidecen ante los atractivos de la naturaleza que en todos los rincones nos sorprende una y otra vez con decorados nuevos ? un placer senderista sin igual, entre las brillantes playas de lava, la laurisilva exuberante y las crestas sumergidas en nubes, y en todas partes el azul del Atlántico. La Palma parece hecha para el senderista y amante de la naturaleza, que busca sus vivencias lejos de los lugares ruidosos y las atracciones baratas. Se ofrece al caminante una amplia selección de propuestas de itinerarios interesantes en la que se incluyen todas las zonas de la isla: Desde excursiones extenuantes a los más salvajes barrancos del norte, pasando por el romanticismo de una puesta de