El gobernador de Seringapatam, el Tipoo, sabe del avance del 33º Regimiento del Ejército de Su Majestad Británica, y le tiene preparada una trampa destinada a acabar con él. El fusilero Richard Sharpe es en esos momentos (1799) un desertor del ejército, pero esos no impide que su alto sentido del honor y del compañerismo el lleve a arriegar sus vida para salvar a sus camaradas. Para lograrlo, deberá primero liberar a un oficial cautivo de Tipoo que conoce las claves de la trampa, es decir, meterse en la boca del lobo.
La batalla de Seringapatam es recordada, en el marco de las guerras anglomysore, por el cuantioso número de bajas británicas (casi 1.500), después de la gran victoria obtenida poco antes en Sidassir. Fue un importante impulso a la consolidación del Imperio Británico en la India.