Diantha, una mujer joven y tan valiente como capaz, sabe cómo salir de una situación económica que le impide casarse y, con ello, ser feliz junto a su amado. Pero poner en práctica su idea supone enfrentarse a lo establecido, a la sociedad más tradicional (representada a menudo por mujeres) e incluso a ese futuro esposo al que adora y la adora. Pero también tendrá ayuda, a veces de origen inesperado
Charlotte Perkins Gilman es un referente del primer feminismo, tanto norteamericano como de Europa occidental. Del feminismo que luchaba por tener derechos tan básicos como votar o poder decidir en aspectos que hoy nos puede parecer que siempre han estado al alcance. En su obra, escrita en unos Estados Unidos a caballo entre los siglos XIX y XX, se anima a las mujeres a tomar la iniciativa, contando con su creatividad y su trabajo. También se juzga duramente a aquellas que se posicionan, activa o, casi peor, pasivamente contra el imparable progreso de la mujer en su camino hacia la igualdad.
Diantha da un paso adelante. El más importante. Decide sobre su futuro, responsabilizándose de él en lugar de esperar a que otro lo haga. Su iniciativa puede tener la mayor recompensa, en la forma de una vida plena y libre. También el mayor castigo: verse apartada de la sociedad e incluso del amor. La decisión está tomada