Una de las novelas uruguayas más ambiciosas e insólitas de la última década. Un escritor de culto, un blogger ermitaño y un periodista deportivo desquiciado y en decadencia son parte de una historia que atrapará al lector por sí misma y,sobre todo, por su excelente y cuidada escritura. En Mil de fiebre hay personas que necesitan desesperadamente creerse las historias que se cuentan a sí mismas. Como Werner Gómez, un blogger de Salto, ermitaño, grafómano paranoico e incendiario, quien se dispone a trabajar en el proyecto más ambicioso y arriesgado de su vida: la Gran Novela Salteña. Pero los reclamos de su madre y un descubrimiento fascinante y perturbador se interponen en el camino. O como Luis Bruno, periodista deportivo con trastornos de conducta, que tal vez esté atravesando su peor momento: su esposa lo abandonó y lo acaban de echar del trabajo. La oportunidad de cambiar la pisada asoma con un viaje a Salto, ciudad donde nació, para trabajar en un periódico local. Hay un enigmático escritor de culto, tan prolífico y evasivo que incluso se duda de su existencia, a pesar de que toda una comunidad estudia su obra al detalle y le expresa públicamente una veneración infinita. Hay música, poesía y locura, una enfermiza obsesión por la salud y los alicamentos, una cadena de clínicas psiquiátricas muy popular entre la clase media, y un club secreto que organiza orgías escatológicas. Y existe un impulso sublime y sutil, misterioso y trascendental, que cuando se presenta es capaz de alterar la sangre y magnificar los sentidos; Werner lo llama «el vapor». Una novela urgente, introspectiva y catártica que interpela al lector mientras navega en vértigo de literatura irreverente. La crítica ha dicho...
«Uno de los personajes más irritantes de la literatura latinoamericana reciente y el desafío mayúsculo de una novela 'total' son los principales argumentos a favor de este debut.»
Patricio Pron «En más de un sentido, un libro sin igual en el contexto local reciente. Aventura del exceso cuidadosamente ordenada: enciclopedia neuroquímica de un mundo ligeramente paralelo.»
Ramiro Sanchiz, la diaria «Una novela insumisa y feroz que desafía los cánones. Mil de fiebre no se ahorra nada (asco, ternura, morbo, crítica, sorpresa, información, psicosis) y no parece uruguaya, o sí, pero escrita por un David Foster Wallace nativo, inmerso en la tecnología y dotado de un léxico brillante, un metadiscurso jugoso y múltiples estrategias narrativas.»
Hay que leer, El País Cultural «Mil de fiebre tiene una contundencia implacable. Es una trompada en la cara para el lector. Dos historias salteñas que se entreveran en un mundo plagado de excesos de todo tipo, que a su vez funciona como la cáscara de estos espíritus heridos desesperados por respuestas.»
Emanuel Bremermann, El Observador «Hay suficientes argumentos para ingresar en las más de 600 páginas de la novela: temas fuertes y novedosos en sus puntos de vista, sólida construcción de personajes, excelente manejo del ritmo y sobre todo el hecho de que las historias van mostrando un presente distorsionado más o menos como el que vivimos en las últimas dos décadas en ciudades como Montevideo o la mítica Salto que construye Ferreira.»
Gabriel Peveroni, Caras & Caretas «Lo que más se destaca de Mil de fiebre es su narración desbordada y torrencial, su -jugando con el título- fiebre narrativa; como si la idea de novela como el discurso de la totalidad pudiera ser posible.»
Diego Recoba, la diaria «Mil de fiebre de Ferreira y La expansión del universo de Sanchiz, dos novelas tan atractivas como exigentes.»
Columna de Gonzalo Palermo en Rompkbzas, en El Espectador