Una característica de los trastornos de alimentación es que comer o no comer se convierte en el centro de nuestros pensamientos. De alguna forma, siempre está en nuestra mente: planificando lo que vamos a comer, buscando nuevas estrategias para comer menos, buscando nuevos restaurantes o recetas, buscando dietas y sustancias milagrosas para perder peso o comparando nuestro cuerpo con el de los demás.
Cuando se sufre un trastorno de alimentación, llega un momento en que nuestras vidas están dominadas por él. Comer y muchas conductas relacionadas con comer (atracarse, vomitar, hacer dieta, ayunar, saltarse comidas, etc.) en combinación o una a una se utilizan explícitamente para escapar del dolor psicológico. Cuando el comer y todo lo que gira en torno a ello nos hace sufrir, lo primero es saber que hay esperanza. Se puede cambiar.
Existen tratamientos eficaces para combatir estos problemas y en esta obra encontrarás un protocolo de tratamiento basado en la investigación y en la práctica clínica de sus autores que han intentado adaptar a un formato de autoayuda los hallazgos de la ciencia y lo que hacen a diario en sus terapias.