La escasa presencia de mujeres en los puestos de dirección y toma de decisiones evidencia que la discriminación laboral de género es todavía un problema sin resolver. La sociedad actual, en favor de los valores democráticos, no debe permitir esta injusta desigualdad, pero tampoco puede desaprovechar las aportaciones que las mujeres altamente cualificadas y motivadas para promocionar pueden hacer al ámbito directivo. El análisis de los estilos de dirección desde la perspectiva de género refleja que el liderazgo femenino se adecua a las demandas organizacionales actuales y, por tanto, la incorporación de las mujeres a los puestos directivos es un valor añadido para las empresas. Este trabajo pretende contribuir a la eliminación de la segregación vertical de género a partir de la estrategia positiva que vincula el liderazgo transformacional con el estilo directivo más propio de las mujeres.