"Una impresionante aventura naval, repleta de pólvora y caos. Me hubiera gustado escribir esta serie."
Bernard Cornwell
Alan Lewrie parece haber dejado atrás las aventuras y el peligro. Lejos del mar y de los navíos de guerra, disfruta de la vida tranquila y sosegada de un caballero rural. Con tres preciosos hijos que crecen ante sus ojos, una mujer bella que le quiere con locura, sin problemas de dinero... Da la impresión de que no hay nada más que Lewrie pudiera desear. Por supuesto, se muere de aburrimiento.
Gracias a Dios, los franceses han armado una buena al otro lado del Canal de la Mancha: su llamada Revolución se ha desbocado completamente y acaban de decapitar a su rey. La guerra parece inevitable, y con ella la llamada al servicio activo que Lewrie secretamente tanto anhela. Pero los numerosos enemigos que se ha ido creando a lo largo de los años no se han olvidado de él, y harán lo que esté en su mano para arruinar su reanudada carrera.
Alan Lewrie es el marino de verdad, falible, mundano y pecador, lejos del perfecto caballero que es el Hornblower de C.S. Forester o del calculador Jack Aubrey de Patrick O?Brian. Con un ritmo endiablado, una caracterización excelente y una atención al detalle digna de elogio, los libros de Dewey Lambdin son un soplo de aire fresco dentro de la literatura naval.