Primera fuga es el retrato de un adolescente en el verano de 1961.
Con la minuciosidad de un pintor detallista y con la brevedad de las sentencias morales y de los aforismos, Valentí Puig nos ofrece un relato de formación de trascendencia universal.
Un libro de estampas en el que la sombra de la vida adulta puede hacer ilusoria cualquier tentación de heriocidad.
Por suerte, aún hay muchas salidas de urgencia: las sociedades secretas, la complicidad de un tío taciturno, el mar, las aulas revueltas, hurtar dinero a la madre, las mujeres bronceadas, el descubrimiento del swing y los atardeceres en el malecón de Palma, mientras el mundo sigue su camino.
Y Tomás es el adolescente que ve el mundo desde una ventana, atento a las fragilidades y las inconsecuencias de la vida que observa.