Miremos donde miremos, no veremos sino vida. Vida es aquello que nuestra mente etiqueta como «sublime», y vida es el minúsculo y terrorífico virus que ha puesto en jaque a la población mundial. Nosotros mismos somos vida. No personas que tienen vida, sino la misma y única vida, experimentándose temporalmente en una persona concreta. Estas páginas quieren ofrecer algunas claves que nos ayuden a vivir, claves con las que acoger todo lo que nos ocurre –crisis incluidas– como oportunidad para crecer en consciencia de lo que somos, resituarnos con presteza ante cualquier dificultad y favorecer el despliegue de la misma vida. El libro se divide en tres capítulos, que invitan a sentir la vida, a comprender vivencialmente lo que somos –que nos lleva a reconocer que, hablando con propiedad, no vivimos, sino que somos vividos–, y a reflexionar sobre lo que el autor considera la actitud ajustada o sabia: «lo que viene, conviene». En síntesis, el libro quiere ser un canto a la vida y una llamada a vivir, reconociéndonos en nuestra identidad profunda.