«La situación es ésta: aquí estoy yo, Frans Hermans —Fransje para los más allegados—, reducido a un brazo funcional y cuarenta kilos de carne inerte. He tenido épocas mejores. Aun así mi madre está en la gloria, se habría conformado con una sola oreja, siempre que la escuchara, claro está.»
Fransje, el narrador, no tiene más que quince años y acaba de salir de un coma. No puede andar, ni hablar, y sólo puede expresarse a través de la escritura, ya que su mano y su brazo derechos siguen intactos. Pero no está en absoluto desesperado, gracias a las enseñanzas del gran samurái Miyamoto Musashi y a una inteligencia y un sentido del humor que le convierten en el peculiar cronista de Lonmark, el pueblo en el que vive.
Y el gran acontecimiento es la llegada de Joe Speedboat, un chico extraordinario, con una vitalidad fuera de lo común, capaz de construir un avión y fabricar las cosas más insólitas con tal de sacar a la gente de Lonmark de su letargo y sacudirles el aburrimiento. Fransje y Joe se convierten en amigos inseparables y, casi sin darse cuenta, abandonan la edad de la inocencia y se encuentran de lleno en terrenos más movedizos, en el oscuro amor por la guapísima y turbadora PJ.
Andanzas de Joe Speedboat contadas por el luchador de un solo brazo es una espléndida novela sobre la amistad, el amor y la rivalidad, y sobre los héroes que no saben que lo son. Con un estilo poderoso, riquísimo, Wieringa sumerge al lector en una aventura apasionante, en la que reconocerá la desmesura, la originalidad, la imaginación y la precisión literaria de los grandes narradores.