Leonard B. Meyer explica en este libro cómo funcionan los mecanismos de la mente para percibir y entender la música. Sus páginas constituyen un lúcido estudio de la psicología de la percepción musical que ha sido profusamente citado por musicólogos, compositores y filósofos desde su primera edición de 1956. Entre sus admiradores figuran Umberto Eco y Enrico Fubini, cuyos comentarios aparecen recogidos en el amplio prólogo escrito por el prestigioso compositor José Luis Turina, autor también de la traducción. "El objeto principal de este ensayo -señala Turina- es doble: de un lado, establecer el modo en que los mecanismos perceptivos del ser humano crean una impresión de forma determinada ante los estímulos musicales que recibe; de otro, las expectativas de una forma concreta que de este modo se generan, y que a su vez pueden verse satisfechas o frustradas, como resultado de lo cual se produce en el oyente una emoción musical que está directamente relacionada con el significado que la propia música posee, que no es otro que el derivado del mayor o menor grado de cumplimiento de dichas expectativas".