En la batalla de Waterloo (18.6.1815), un joven Matthew Hervey desempeña un destacado papel, pero reconocérselo oficialmente supone menoscabar el méritos de sus superiores y de los oficiales alemanes, por lo que sólo podrá contar con el reconocimiento del alto mando, pero no con nuevos cargos ni galores. A su regreso a Inglaterra, Matthew deberá adaptarse a una nueva vida, aunque su valor encontrará recompensa en un pormetedor destino.
A través de la trayectoria de Matthew, Mallinson retrata una época al hilo de una historia de amistad, compañerismo, honor y respeto inquebrantable a la palabra dada. La mirada profunda y sensible hacia los seres humanos y los detalles de la vida cotidiana nos hacen recordar las novelas de Patrick O'Brian, en las que no sólo la aventura y la batalla son los protagonistas.