Ahí está, sonriente y feliz mientras le aclaman sus tropas. Don Juan de
Austria, un jovencísimo general de apenas 24 años acaba de convertirse en el
héroe del mundo occidental al aplastar a la armada turca en la batalla de
Lepanto. Es una victoria por la que suspira toda Europa, cercada en el
Mediterráneo por los hábiles piratas del Islam y que ve cómo los ejércitos del
imperio otomano llegan a las puertas mismas de Viena.
Bartolomé Bennassar, uno de los mejores conocedores de la historia moderna de
España, dibuja una biografía apasionante de este hijo natural de Carlos V al
que la fortuna, por un igual, sonrió y castigó con duros reveses. El príncipe
fue criado en secreto en Castilla, y sólo tras la muerte del emperador, el rey
Felipe II, su hermanastro, le dio un reconocimiento oficial. Don Juan soñaba
con lograr una corona, tal vez la de Inglaterra, que borrara este estigma de
bastardo. Pero su ambición, su fama y su talento eran una combinación muy
peligrosa en la corte de fines del siglo XVI, marcada por las intrigas del
secretario de Felipe II, Antonio Pérez, y de su amante, la princesa de Éboli.
Bennassar no sólo narra con maestría la vida acelerada del héroe de Lepanto,
-hazañas, amores, fracasos-sino que analiza y aporta nuevos datos que permiten
comprender ese período turbulento y fascinante de la historia de España y de
Europa y las razones que convirtieron a don Juan de Austria en uno de nuestros
mitos más duraderos.