Más allá de cualquier frontera de género ?el diccionario de un dialecto, cuyas entradas no son definiciones y se leen a medio camino entre la ficción y el ensayo?, y con un registro que oscila entre la prosa fantástica de Borges, la desmesura narrativa de Pynchon o de Bolaño y la ácida ironía histórica de Kundera, elDiccionario de Maqiao es uno de esos libros tan inclasificables como fascinantes.
Han Shaogong dispone a modo de entradas léxicas el universo de Maqiao, una aldea del sur de China donde él mismo estuvo ?reubicado? durante la Revolución Cultural. Si bien cualquiera de las entradas del diccionario contiene en sí misma su propio proyecto narrativo, éste viene a realizarse a plenitud sólo en el conjunto, en la trabada malla textual donde cada una apoya a las otras y es alimentada por ellas. La relación entre las palabras y las cosas atraviesa todo el libro como el motivo musical de una sinfonía: a veces con tintes trágicos, a menudo rebajado a farsa o parodia de la insensatez y la fragilidad humanas, en ocasiones en una celebración de la vida; siempre, eso sí, al abrigo del placer de narrar.