Irlanda, 1846. Los señores de la finca donde trabajan los O'Brien necesitan más dinero. Son varias las familias que arriendan esas tierras, pero el encargado tiene una orden tajante: expulsarlas. Y todos, finalmente, se marchan. Todos, excepto los O'Brien. Y entre la persecución del propietario y la plaga que provocará la gran ham-bruna de esos años, la familia es exterminada. Sólo se salva Fergus, el hijo mayor, casi un niño, que se verá obligado a crecer muy rápido. Y así comienza el largo viaje del muchacho hacia no sabe dónde. Tras fugarse del dickensiano asilo para huérfanos, dará con una banda de chicos de la calle, que roban para sobrevivir. Con ellos, el jovencito aprende muchas cosas, y no sólo sobre sexo. Pero no acaba aquí el periplo de Fergus, que se pondrá otra vez en marcha, movido por la ley de los sueños -y de la supervivencia-, que dice que hay que seguir, que siempre hay que seguir... Governor General's Literary Award. «Absorbente, despiadada, muy hermosa... Nos enseña que el pasado realmente fue prodigioso, y terrible, y extraño, pero también un lugar muy real, habitado por hombres y mujeres de verdad, y que aún está muy pre-sente en nuestras vidas» (K. Baker, The New York Times).