«Cuando un libro es tan honesto, puede dar lugar, casi inadvertidamente, a verdaderos descubrimientos sobre la naturaleza humana» (Michel Houellebecq).
El 28 de enero de 2008, el autor era detenido por consumo de cocaína en la vía pública y pasaba cuarenta y ocho horas bajo detención preventiva. Irónicamente, unos días más tarde, su hermano, el empresario Charles Beigbeder, recibía la Legión de Honor de manos del presidente francés. De este suceso real nacería poco tiempo después Una novela francesa. Desde su celda, Beigbeder reconstruye su infancia olvidada. Piensa en sus dos familias: los Chasteigner, aristócratas de rancio abolengo, y los Beigbeder, burgueses acomodados venidos a menos. Rememora los deliciosos veranos o repasa el trauma que supuso el divorcio paterno. Transita de la melancolía del recuerdo al relato de su detención. Y todo ello aderezado con feroces críticas a las dependencias penitenciarias de París, soflamas contra el sistema y una defensa acérrima del consumo de drogas. Una suerte de memorias, un auténtico recorrido sentimental por la Francia de las cuatro últimas décadas, con prólogo de Michel Houellebecq.