Cosas que ya no existen es un hito en la trayectoria de Cristina Fernández Cubas, un libro que la autora concibió como un recuento de escenas, personajes, viajes y momentos de su propia vida que pedían paso para una suerte de memorias, y que, imponiéndose como historias, acabaron conformando un magnífico volumen de relatos vividos. Con las armas de la ficción, y el despliegue de una prosa envolvente y arrolladora, sus páginas nos transportan a un viaje transatlántico al Buenos Aires de los años setenta, a estudiar durante unos meses en El Cairo, a cruzar la frontera boliviana o a vivir singulares peripecias en distintos puntos del globo. Pero también a escenarios más íntimos, como el que crean las fabulosas historias de terror que contaba su niñera, las vivencias en un colegio de monjas o la casa familiar, con vestigios de otra época, en la que un gran reloj de pie, desde su puesto estratégico en la escalera, parece, con sus poderosos latidos, regir el destino de los que la habitan.