La atracción del abismo es un itinerario por la pintura del paisaje romántico. Para los pintores románticos, el paisaje no entraña únicamente un marco físico al que se puede acceder con facilidad, sino que es el escenario en que está representada la tensión, a menudo dramática, entre la naturaleza y el espíritu humano. A partir de la obra de Friedrich, Turner, Füssli, Piranesi o Escher, Rafael Argullol nos aproxima a las claves del paisaje romántico y al propio espíritu trágico del romanticismo. Desde lo que el propio autor denomina «un museo imaginario subjetivo», se pone en relación el paisajismo romántico con la pintura precedente, en especial la del Renacimiento-Da Vinci, Rafael...-y también con la contemporánea-Munch, Van Gogh, Max Ernst, Magritte-, apuntando la posibilidad de analizar el desarrollo de la cultura occidental a partir de los diversos modos de representación pictórica.