El sargento Robertson es un policía corrupto, violento, sexista y racista, un consumidor compulsivo de pornografía, alcohol y cocaína, que practica con una de sus amantes peligrosos juegos eróticos que incluyen la asfixia y es capaz de inducir a una menor a que le haga una felación. Debido a sus excesos, a Robertson le ha aparecido un sarpullido en los genitales y un parásito en el intestino, que se convierte en la voz de su conciencia&