La materia se presenta en tres estados fundamentales: sólido, líquido y gaseoso, cada uno de ellos con diferentes propiedades y usos. Comprenderlos es el primer paso para entender cómo funcionan los materiales y, por tanto, qué utilidad les podemos dar. En los sólidos, los átomos están muy cercanos y fuertemente unidos, y conservan su forma si se mantienen a una temperatura y presión normales. Los líquidos toman la forma del recipiente que los contiene, sus átomos están más separados y no tan ligados como en los sólidos. Por último, los gases no sólo no tienen forma fija, sino que tienden a expandirse hasta llenar todo el espacio disponible; sus átomos están muy separados y su unión es muy débil. En las distintas actividades experimentaremos sobre los distintos estados de la materia y sobre el paso de uno a otro.