Quién anhele contrastes de belleza, que recorra la isla de La Palma: aguas manantes, bosques de otras eras, volcanes de recientes lavas, formas inverosímiles en la mítica Caldera de Taburiente, sus playas de arena negra, sus acantilados abruptos, el sosiego de la tradición...
Sí, dicen que el paraíso no existe, pero quien ello afirma no conoce La Palma, Reserva de la Biosfera.