Un thriller que traspasa las fronteras del género y combina magistralmente elementos de la película Pulp Fiction con la sensualidad de California.
En Los reyes de lo cool, la precuela de Salvajes, Don Winslow nos presenta a Ben, Chon y O (Ofelia), tres amigos que viven a tope en Laguna Beach.
Estamos en 2005, al sur de California. Chon es un tipo duro, marine de profesión, que espera ser enviado a Irak en cualquier momento; Ben es un pacifista acérrimo defensor del medio ambiente, y O es la amante de los dos. Con las semillas que Chon trae de Afganistán y los conocimientos en biología de Ben, los dos jóvenes montan un floreciente negocio de cultivo y venta de marihuana.
A partir de entonces se verán envueltos en problemas con un cártel mexicano que pretende chantajearlos. Por otro lado, Winslow también nos transporta a finales de los sesenta para explicarnos la vida de esas generaciones anteriores a los protagonistas y a través de ellas nos adentramos en una California casi mítica en la que somos testigos de los orígenes del tráfico de drogas y sus conexiones con los cárteles mexicanos.