Luis Vélez de Guevara, comediógrafo de fama, hizo con esta novela de costumbres, casi novela picaresca, la síntesis cultural y literaria de la época barroca. En ella fundió todo su saber de madurez: desde Luciano y Apuleyo hasta Fray Luis, el "Crótalon", toda la literatura viva de su momento (Cervantes y Quevedo) y claros elementos folklóricos. Todo ello enlazado por la anécdota del diablo como guía, y sostenido con un lenguaje plegado sobre sí mismo con extraordinario ingenio.