Bob Dollar, un espabilado joven de Denver, entra a trabajar en la Global Pork Rind, empresa dedicada a la industria porcina. Su primera tarea consiste en encontrar terrenos para la instalación de granjas de cerdos en una zona inhóspita entre Texas y Oklahoma. Bob se hace pasar por promotor inmobiliario –nadie vendería tierras para lo que su empresa las quiere– y se introduce en esa región bella y desolada de la América profunda: grandes praderas semidesiertas, inmensas explotaciones ganaderas venidas a menos, campos petrolíferos herrumbrosos. Un territorio casi mítico habitado por gentes hoscas, desconfiadas, endurecidas por el aislamiento. Pero Bob sabe escuchar, y poco a poco descubre un mundo abigarrado, poblado de multitud de personajes con historias tiernas y crueles, seres excéntricos que aman su tierra y se resisten a renunciar a cierta forma de vida; un mundo que Bob pretende llenar de granjas porcinas.