El terrorismo anarquista no había sido estudiado hasta ahora desde una perspectiva global, como se hace en este libro, que ofrece una visión de conjunto de la violencia terrorista en Europa occidental y en los Estados Unidos durante la llamada belle époque. A fines del siglo XIX el terrorismo preocupaba ya a los gobiernos occidentales, y en 1898 se celebró en Roma una conferencia internacional para combatirlo. Por entonces, anarquismo y terrorismo eran términos que muchos confundían, pues, a pesar de toda la variedad de elementos que constituían la cultura libertaria, la imagen del hombre envuelto en una capa negra que escondía la bomba, la pistola o la daga, fue la que se difundió en la imaginación popular.
Fue un fenómeno internacional, pues en diversos países un mismo ideal revolucionario empujaba hacia la violencia a los anarquistas, que leían a los mismos autores, se carteaban entre sí y se desplazaban a través de las fronteras. En aras de la revolución mundial había incluso militantes dispuestos a matar y morir fuera de su país, como lo hicieron los italianos Caserio y Angiolillo, que asesinaron al presidente francés Carnot y al jefe de Gobierno español Cánovas del Castillo. Se imponía pues un análisis conjunto del desarrollo que tuvo el terrorismo anarquista en Francia y en Italia, en Alemania y en Estados Unidos, y por supuesto en España, y tal es el propósito de este libro, resultado de la colaboración de siete estudiosos de la materia.