Momiji le ha entregado a Kureno una copia del DVD de la obra de teatro. Tooru esperaba que, al verlo, Kureno se diera cuenta de los sentimientos de Uo hacia él. Sin embargo, cuando éste le revela la apabullante verdad, Tooru, incapaz de pronunciar una palabra, sólo puede echarse a llorar. Rin es la primera en encontrarla, pero es Hana quien toma el control de la situación. Por fin se abre la puerta que desvela parte del enigma referente a “los doce”.