El valle de Boí está formado por siete pueblos, Barruera, Boí, Cardet, Cóll, Durro, Erill-la-vall y Taüll que, en un espacio geográfico muy reducido, alberga siete iglesias y dos ermitas del más puro estilo románico de los siglos XII y XIII. Por todo este tesoro de arquitectura y pintura la UNESCO lo declaró, en diciembre de 2000, "Patrimonio Mundial de la Humanidad". Sin embargo, el valle de Boí contiene también otros tesoros: el paisaje, las tradiciones y una riquísima cultura popular.