En St. Pauli, el barrio más famoso de Hamburgo, los niños juegan entre las ruinas, las mujeres llevan las riendas del tejido social y los hombres son ausencia. Algunos vuelven, pero cuando lo hacen están dañados por fuera y por dentro.
Kalle crece bajo la tutela de su abuela y de su madre, que trapichea en el mercado negro y que va a encontrar muchas dificultades para retomar su papel de esposa sufriente cuando su marido regrese traumatizado de la guerra. Para Kalle, el reencuentro será una experiencia clave en su niñez y una impronta para su juventud. Una juventud ávida de vida y deseosa de perder esa parte de inocencia que la guerra no ha hecho más que potenciar.