Michael Connelly enfrenta a sus dos personajes más populares, Harry Bosch y Terry McCaleb.
Harry Bosch participa como testigo en un juicio en el que se acusa a un director de cine del asesinato de una actriz. Mientras tanto, el ya retirado agente del FBI, Terry McCaleb, investiga un homicidio complejo. Su primer examen del escenario del crimen le lleva en pos de un asesino metódico con un gusto por los rituales y la venganza: junto al cadáver de la víctima han sido halladas la figura de una lechuza y un extraño mensaje en latín. A medida que McCaleb desentraña las claves de este escabroso asesinato, Bosch cobra mayor protagonismo en el juicio del que está pendiente toda la ciudad de Los Ángeles. Sorprendentemente, las piezas de uno y otro rompecabezas empiezan a solaparse.