Es un lugar común sostener que en el pasado y en el presente los españoles han tenido y tienen una difícil relación con la ciencia, percepción quizá debida al hecho
de que el desarrollo histórico, científico y tecnológico han sufrido en nuestra sociedad, como explica LEONCIO LÓPEZ-OCÓN CABRERA, un peculiar proceso de «guadianización». Pero constatar esta situación no justifica tener una visión negativa del alcance de los conocimientos científico-técnicos en la configuración
histórica de la sociedad española, ni debe impedir apreciar las contribuciones de nuestros investigadores al acervo mundial del saber. Tres ideas principales guían el
desarrollo de esta BREVE HISTORIA DE LA CIENCIA ESPAÑOLA: presentar las continuidades y discontinuidades que ha habido en la producción de conocimientos en la sociedad española en los últimos cinco siglos, otorgar la relevancia que se merece a la dimensión americana de la misma y demostrar que la ciencia hispana, a pesar de sus limitaciones, ha ocupado un papel más importante de lo que se supone en el desarrollo de la cultura española y europea.