El suicidio de Akutagawa, el 24 de julio de 1927, causó gran impacto en Japón. Para unos supuso el final de una era, para otros, la prueba definitiva de una sociedad en crisis. En lo que todos están de acuerdo es que Akutagawa, junto con Ogai y Soseki, forma parte del Olimpo de la literatura japonesa moderna.