Un niño nacido con los labios sellados y que pasa mucho tiempo en la terraza de unos grandes almacenes —fascinado por la historia de la elefanta Indira, que se hizo demasiado grande para poder salir— descubre una mañana el cuerpo de un hombre ahogado en la piscina de la escuela. Tratando de averiguar quién era, el chico conocerá a un obeso jugador de ajedrez que vive en un autobús y que lo convertirá en su heredero espiritual: le enseñará a jugar como nadie, como si fuera ciego, escondiéndose debajo del tablero, sin ver ni a su oponente ni las piezas. Emulando las estrategias del gran Alexander Alekhine (1892-1946), insólito campeón mundial, nuestro protagonista se meterá dentro de un autómata para hacer frente a un rival inesperado: la tragedia de tener que crecer.
A través de la improbable relación de un niño con unos peculiares adultos en torno a una pasión compartida, como es la del ajedrez, Yoko Ogawa (autora de los aclamados La fórmula preferida del profesor, Perfume de hielo y El museo del silencio) sigue explorando, con su exquisita sensibilidad, los vínculos más ocultos que entretejen los seres humanos.