Le gustaría parecerse a Bogart... pero tiene la pinta de Monsier Hulot. Glotón y soñador, distrído y amable, temeroso pero valiente, Jerome Bloche es, sobre todo, muy astuto. Por el camino trazado por sus ilustres predecesores americana, pero a su manera amble y mofletuda, nuestro detective privado se sumerge en los más oscuros misterios, los dramas más violentos, sin que parezca saber cómo salir...