«Soy tibetano, uno de los pocos que han llegado a este extraño mundo occidental», ha escrito Lobsang Rampa. «Me aseguran que algunas de mis afirmaciones es posible que no sean creídas. El Tibet es un país desconocido para el resto del mundo.».
La obra de Lobsang Rampa ha dado la vuelta al mundo con éxito extraordinario. Hasta que, por asombro de todos, llegó la noticia sensacional: el hijo de un fontanero inglés reclamaba la paternidad del original. Sin embargo, después de las más fantásticas suposiciones, sigue en pie una hipótesis mucho más verosímil: su autor era un auténtico lama huido del Tíbet ante la invasión comunista que usaba seudónimo ante el temor de posibles represalias hacia él o sus amigos.