Jane estaba dispuesta a acabar con su vida, pero el destino hace que abandone esa idea para centrarse en lo único importante tras un terrible accidente: sobrevivir.
Se acerca la Navidad y Jane está en un avión camino a casa en Montclair, Nueva Jersey. Armada con un frasco de pastillas, Jane tiene un claro propósito: no llegar con vida al destino. Para ella, la Navidad significa muerte: La Nochebuena le recuerda al suicidio de su padre, cuyo final ella siempre ha sabido que compartirá. El permiso que le han concedido en el hospital psiquiátrico donde lleva internada un año por fin le ha dado la ocasión que esperaba.
Pero cuando el avión encuentra una turbulencia todo se funde a negro.
Jane despierta en medio de una tormenta de nieve en las montañas de Montana y pronto descubre que el único superviviente aparte de ella es Paul, su compañero de asiento. Juntos forman un lazo emocional que surge de la necesidad de permanecer unidos en tan inhóspito lugar. Y gracias a Paul, Jane, que pretendía acabar con su vida, hará lo que sea para sobrevivir.