Norbert Gstrein es un autor austriaco cuya fama ha ido en aumento con cada obra, pero aún desconocido entre nosotros. Además de los muchos premios ya recibidos en Alemania, en 1999 obtuvo el Premio Alfred Döblin por un capítulo del manuscrito de Los años ingleses, un galardón totalmente justificado, que se vio confirmado con la aparición, pocos meses después, de la novela completa, que superó todas las expectativas suscitadas.
En un campo de refugiados en la isla de Man —donde durante la segunda guerra mundial el gobierno británico recluyó, por precaución, a los súbditos del Reich que habían conseguido huir de la amenaza nazi—, cuatro hombres se juegan a las cartas su destino. Cincuenta años después, la anónima narradora de la novela intenta reconstruir la historia de Gabriel Hirschfelder, un joven escritor judío austriaco —autor de una autobiografía, presuntamente desaparecida, titulada Los años ingleses—, que huyó de la barbarie nazi a Inglaterra y que antes de morir confesó haber matado a un hombre durante la guerra. En sus pesquisas, que la llevarán a Londres, Viena y finalmente a la isla de Man, la narradora se entrevistará con sus tres ex mujeres y, cuanto más descubre de Hirschfelder, menos precisa se vuelve la imagen del genio judío, y más enigmático lo que pasó tras esa arriesgada partida de cartas.