La noche empieza en una discoteca de ambiente en París. Después de una larga ausencia el protagonista se sumerge de nuevo en el particular mundo que constituye la noche. Allí se reencuentra con la música, el baile, con viejos amigos y también con algunas ausencias. Es una noche como otra cualquiera por la que desfilan cuerpos y rostros, y en la que la bebida y la droga abrevian unas horas vacías y de errante inmovilidad; una noche que sueña sin saber siquiera si va a llegar el amanecer. El realto de Dustan, calificado de autoficción por los críticos, rezuma melancolía ante un amor omnipresente a lo largo de la narración. Amor por el ser ausente, pero también amor a la noche, diseccionada en sus detalles más íntimos. El autor ha recibido el Premio Flore de 2001 por su obra "Génie Divin".