La regla básica en la investigación de casos de desaparecidos es recopilar toda la información y los indicios posibles en las primeras 36 horas tras el suceso, cuando la memoria de los testigos no está contaminada y las pistas todavía pueden ser fiables. Sarah Pribek, una detective de la policía de Mineápolis especializada en este tipo de casos, conoce bien esta circunstancia. Cuando descubre que su marido, Shiloh, lleva desaparecido 48 horas y se pone a investigar, salen a la luz muchas cosas que no sabía de él: ¿Por qué no tenía relación con su familia? ¿Por qué es tan reservado en ocasiones? ¿Por qué Sarah apenas sabe nada de su pasado? El mundo que describe Compton es complicado, lleno de claroscuros y violento, lo que hace de 37 horas, un thriller clásico con personajes fascinantes.
"Atención a esta escritora, lo tiene todo: argumento inteligente, escribe elegantemente y crea personajes que te llaman la atención a la manera tradicional: hace que te los creas." Kirkus Reviews