Desde sus orígenes hace más de un siglo, el cine ha empleado una enorme variedad de medios para revelar elementos de cultura, arquitectura, corporalidad e historia en la descripción de las ciudades. Las imágenes urbanas que nos han transmitido los cineastas han influido y determinado nuestra percepción de la ciudad -tanto de sus diferentes momentos históricos como de la relación de sus habitantes con ella- siendo el cine en gran medida responsable de cómo hoy en día imaginamos, creamos y recordamos la ciudad.
En Ciudades proyectadas: cine y espacio urbano, Stephen Barber explora la compleja relación entre el cine y el paisaje urbano, examinando en particular las cinematografías europea y japonesa, dos culturas fílmicas que están estrechamente vinculadas y que han utilizado ampliamente imágenes urbanas. Desde el nuevo escenario constituido por la representación digital de la ciudad contemporánea, analiza cuál es su influencia en el cine y cómo afecta a su supervivencia. Para calibrar el impacto de los medios digitales en los espacios fílmicos y las salas de cine, Barber emprende un viaje desde las banales multisalas a los toscos cines porno de ciudades como Lisboa, Tallin, Berlín y Tokio, con resultados sorprendentes.