Tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, la hostilidad contra la Iglesia católica de amplios sectores de la República se desata furibundamente. Se profanan y queman iglesias y conventos; y cientos de sacerdotes, monjas y laicos son asesinados no por sus ideas políticas, sino por sus convicciones y prácticas religiosas. Ante semejantes atrocidades, el Gobierno no interviene hasta que la presión de las democracias europeas le obliga a rectificar.
El presente estudio investiga una de las páginas más negras de la violencia vivida en nuestro país y arroja una impresionante cantidad de datos sobre el acoso, la persecución y el asesinato de aquellos que eran tenidos por enemigos de la República.
El autor, José Francisco Guijarro, sacerdote de la Archidiócesis de Madrid, viene elaborando desde hace años los antecedentes históricos que permitan llegar, en su día, a la canonización de los que se pueda demostrar que murieron verdaderamente como mártires, y su estudio alcanza los 1.250 casos. La vida y la muerte de esos inocentes ha sido plasmada en esta obra de referencia ineludible para conocer lo que de verdad ocurrió en aquella hora trágica de España.