En 1775, el autor publicaba anónimamente este título, que alcanzó de inmediato una enorme difusión; posteriormente, con meditado gesto irónico, polemizó consigo mismo en la Carta sobre las reflexiones..., a la que se dio cumplida respuesta en la Elucidación de las reflexiones sobre la imitación de las obras griegas en la pintura y la escultura; y respuesta a la Carta sobre estas reflexiones. La presente edición ofrece estos tres escritos que, tomados en su conjunto, son sin lugar a dudas un momento clave en la historia del A. En ellos encontrará el lector temas fundamentales en la reflexión estética del clasicismo: la necesidad de imitar las obras de los antiguos, la cuestión de la noble simplicidad y la callada grandeza, la reivindicación de la alegoría.