En una fría mañana de invierno, Vica, una mujer de setenta años, se encamina sola por las calles de Bucarest. Su intención es la de visitar a su hermana y después ir hasta la mansión de su antigua patrona para intercambiar comida y recordar los viejos tiempos. Cargada de bolsas, envuelta en un viejo mantón y un sinfín de bufandas, Vica empieza un peregrinaje en el que se desgrana su vida, y a la vez se resume la historia de Rumania desde antes de la I Guerra Mundial, hasta hoy. Es así, como esa mañana perdida, unas horas que parecen transcurrir entre charlas frívolas, colas en las paradas de autobús y esperas delante de puertas cerradas, se transforma en una épica de la vida cotidiana.