En su cuarto en la periferia parisina, Émile Henry preparaba una bomba. Cogió una caja de almuerzo metálica de obrero, rompió el asa y la tapa y colocó dentro un cartucho de dinamita. Émile guardó la bomba en uno de los bolsillos de su abrigo, se armó con una pistola cargada y un cuchillo, y salió por la puerta. Era el 12 de febrero de 1894. El distinguido historiador John Merriman sostiene que el terrorismo Moderno comenzó en París, aquel 12 de febrero, cuando el anarquista Émile Henry hizo estallar una bomba en el Café Terminus, matando a uno e hiriendo a veinte ciudadanos franceses. La verdadera historia de las circunstancias que llevaron a un joven radical a cometer un acto de violencia contra civiles arroja nueva luz sobre la mentalidad terrorista y sobre el posterior aumento mundial del anarquismo.